lunes, 9 de marzo de 2015

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Snow en Invernalia‏

Aunque un poco tarde, aquí llega la entrada, y esta vez me toca a mí, Ross, comentar las aventuras del blog. La última quedada que hicimos fue la semana pasada a Valdesquí, en la Sierra de Guadarrama, a hacer snow.

Quedamos el domingo a las 6 y media de la mañana para partir rumbo a la montaña. Esta vez yo no me dormí y fui puntual (lo de la excursión anterior fue un caso puntual y muy extraño en mí jeje). Habíamos quedado Kely, Okapi, tres amigos suyos, Carioca y un amigo suyo y yo. Okapi llegó media hora tarde, cosa normal en él. Nos repartimos en dos coches y salimos a la aventura. El viaje de ida fue bastante animado, hablando y riendo todo el rato, y a pesar de la sobrecarga de los piramidales se hizo hasta corto y todo.

Llegamos sobre las 8, había nubes y niebla, se veía mas bien poco pero estábamos animados. Fuimos a hacer cola para comprar el forfait y para alquilar las botas y tabla. Tras una larga cola y quedarnos un poco más pobres tras pagar todo, por fin tenemos contacto directo con la nieve. De los 8 que íbamos, 4 sabían (entre ellos un profesor de snow) y otros 4 que no (me incluyo). Al entrar, una breve explicación de como funciona y como proceder (en plan "Snow para tontos") y nos dirigimos a la primera pista (la de los noobs). Al principio parecía un concurso para ver quien se caía primero, al final de la pista le acabamos cogiendo el truquillo.

Después de esa pista nos atrevimos con otra más alta, mayor pendiente, más niños a los que intentar no arroyar y muchas más caídas.

Nos comieron la cabeza a los novatos y nos llevaron hasta otra más alta aún. Yo probé hasta tres gafas diferentes, pero todas acaban empañadas, parece lo normal pero no. Ya que me probé unas gafas abiertas (no de nieve), y las seguía empañando, no estoy hecho para gafas parece ser. Al final iba sin gafas.

Tras una dura mañana de caídas y ver a niños de 2 años esquiar mejor que nosotros, paramos para comer algo. Al fin una silla cómoda y seca para sentarse y descansar. Comimos en poco más de media hora, recogimos cada uno su tabla y proseguimos con la caídas. He de decir que cuando hablo de caídas me refiero principalmente a los novatillos, que eramos las dos amigas de Okapi, el amigo de Carioca y yo, ya que los otros 4 ya habían hecho esto antes y eran los que nos enseñaban (buenos maestros por cierto ;) ).

Para terminar fuimos en telesilla hasta otra pista más alta todavía que las anteriores, para despedir bien el día y eso (aunque gozaba de unas vistas geniales). Tras 53 días subiendo en el telesilla llegamos hasta arriba. Vemos nubes.. pero por debajo nuestra. La pendiente era aún mayor que las anteriores. Nos sentamos en el suelo, nos atamos la tabla y nos limitamos a mirar. Primero se lanza Kely, una de las profesoras, y tras lanzarse por la pista hace el escorpión, es decir, cara al suelo pies a la espalda y avanzar 8 metros comiendo nieve. Los inexpertos pensamos: "Si eso le ha pasado a ella.. ¿que nos pasará a nosotros?". Al final bajamos, mejor o peor pero todos nos vimos en la entrada principal al final de la pista, aunque el amigo de Carioca casi se queda a acampar en la montaña, ya que por un malentendido, no se enteró de donde habíamos quedado, en fin, cosas que pasan ;).

El día fue agotador (para mí al menos), pero aún no había acabado. Dejamos el material, nos cambiamos y partimos de regreso a casa. Parecía que todos los coches de Madrid se habían puesto de acuerdo para bajar la sierra a esa misma hora. Aun con esto, nuestros ánimos en el coche seguían a tope, risas, gafas locas, conversaciones con coches ajenos y golosinas.

Ya llegando a Alcalá, a Okapi se le ocurrió ir a cenar. Propuso el Burger King, un restaurante al que he ido un par de veces, muy agradable el sitio, volveré algún día.. :D

Ya solo queda decir que fue un día genial, muy agotador, pero mereció la pena.
Un saludo y hasta la próxima!


Increíblemente redactado por Ross

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