Para darle vidilla seguiremos contando nuestras propias aventuras. Mi verano ha sido distinto y he visto cosas que creía que no vería nunca (la empresa no se hace responsable de los daños producidos por las exageraciones).
Primero me fui con mi hermano Po y la familia a las islas Canarias, concretamente a Tenerife. Una isla con dos caras muy distintas y muy fuertes. La primera la de los canarios, los paisajes naturales y la tranquilidad. Me daba la sensación de ir siempre aceleradísimo a todos lados porque allí la gente va calmada y son muy agradables para todo. Nada más aterrizar me di cuenta en la diferencia en las ciudades, se ve un aire muy colonial en casi toda la arquitectura (gracias Calatrava ¬¬) y luego están las palmeras y las plataneras. Cualquier pueblo o ciudad se disfruta, a pesar de las pendientes en las calles no cuesta porque en cada zona de Santa Cruz, La Laguna, La Orotava, Icod, ... te encuentras con una fachada o un patio increíbles. Además la visita del imponente Teide, no se queda sólo en una subida para ver el pico, todo el camino y los senderos que lo rodean son paisajes espectaculares y muy cambiantes, a veces un desierto amarillo de arena, otras un bosque de pinos bajos muy separados, o un mar de roca roja puntiaguda.
La otra cara de la isla es la que se ofrece al turista, grandes urbanizaciones blancas con hoteles de lujo en los que te exponen un Maybach en la puerta o paseos marítimos llenos de restaurantes, tiendas de playa o de souvenirs.
Un muy buen viaje.
El segundo viaje me llevó al Sur, no tanto como a Canarias pero sí que pasé Despeñaperros. En Granada me esperaban una ciudad muy bonita y con olores muy agradables por algunas calles estrechas y una Alhambra que me encantó. Lo malo de ir en Agosto es que te encuentras todo cerrado, los bares, una tienda de zapatos, el cine y que te dan hora para visitar la Alhambra a las dos de la tarde con el sol en "tó lo alto" así que por la sombra y tal. Luego en Jaén, en un pequeño pueblo pegado a la sierra de Cazorla de nombre Quesada. Estaban de feria así que todos los días a la calles hasta tarde... muy tarde. Lo olivos me rodeaban y la buena gente también, tengo muchas cosas que agradecer a la gente de allí, además me volví con un bonito nivel de metal en la mochila.... así da gusto. "Qué cipoteh"
Otro muy buen viaje.
Espero que sigáis leyendo mucho tiempo este blog que ya vuelven las tonterías. Un abrazo.
Coming soon...dos chalados por las Highlands!!!!
ResponderEliminar