Pido perdón por el retraso, ya que esto ocurrió el viernes por la noche, pero no he tenido tiempo de escribir hasta hoy, pero el amigo de Cucaracho tendría que pedir perdón pero por otro tipo de retraso que os comentaré más adelante.
Como os comentaba, el viernes decidimos quedar para salir a cenar de tapeo, cosa que no hacíamos desde hace tiempo, asique quedamos en la universidad Cucaracho, Ross y yo, ya que Moe había quedado con sus secuaces para ver la película del Hobbit, la cual no puedo ver hasta que venga el fiestero de Sandalio (van 3 días y aún lo estoy cumpliendo). Basta decir que cuando quedamos, al menos uno de los de Meco trae el coche… o eso creía yo… porque nos encontramos en la universidad, lloviendo y los 3 sin coche… menuda gracia! Al final nos tocó bajar en bus…
Cuando nos disponíamos a bajar decidimos no ir de tapas y fuimos a cenar al bar en el que a Sandalio le llueven macetas del cielo. Una vez allí, pedimos el menú correspondiente y mientras esperábamos no tuvimos más remedio que escuchar la conversación de cinco treintañeros descontrolados… "Que si un día con una francesa esto…" "Que si en las fiestas del pueblo nosequién me la…" y demás historias que censuraré… Viendo las pintas que tenían, eran candidatos perfectos para el rodaje de Casper, pero bueno, con 96€ de cuenta en copas la gente se vuelve muy fantasma.
Tras una buena hamburguesa y unas cervecitas decidimos que por qué no ir al bingo a echarnos unos cartoncitos. Yendo de camino, en la esquina en la que se encuentra el Casa Rojas de la plaza cervantes escuchamos un golpe tremendo, nos giramos y pensamos que un coche al ir a girar se llevado un bolardo, pero al acercarnos vemos que es un semáforo, y no sólo eso, sino que tiene el golpe en el lateral y el semáforo está completamente debajo… cosas inexplicables, pero oye, cada uno aparca como quiere… Pero lo más gracioso fue ver que el que se había dado el golpe era compañero de trabajo de Cucaracho, y que justo detrás había un furgón de la policía local… ya es mala suerte.
Después de estar un rato riéndonos con la gente que pasaba y con el policía que se dedicó a liarse un cigarrillo mientras el compañero se comía todo el trabajo, nos fuimos al bingo, pero al llegar nos encontramos con las verjas cerradas, por lo que llamé al timbre para preguntar a qué hora abrían. Sonó bastante más fuerte de lo que pensaba, y salió un hombre bastante agradable, al que le preguntases lo que le preguntases sólo respondía: "Esta cerrao". Al cuarto intento desistimos y nos fuimos a tomar unas copas, mientras jugábamos a los dardos (los cuáles Cucaracho se dedicó a destrozar) y nos volvimos para casa como bajamos, en bus…
Os adjunto una foto del pequeño altercado del semáforo, habría subido alguna mejor si a Ross no le diese miedo a hacer fotos delante de la policía...
SANCHO
Tranquilo Sancho que ya llegamos, no tendrás que volver a pasar por eso... jajajaja
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