Entre Hobbits y trenes

Bueno, había que volver a escribir entradas de este tipo así que, vamos a ello. Por fin quedé con esta gente después de casi cuatro meses de sequía, o más.

Íbamos al cine a ver El Hobbit, pero antes había que pasarse a visitar el pisito de nuestro amigo Okapi que ha adquirido recientemente, Marklin añadió que se podrían poner unas chulas maquetas de trenes por ahí. McGatos se volvió a programar a su casa montado en su super-bici nueva y en perfecto estado. De camino al cine, en el coche de Marklin decidimos coger uno de los dos caminos posibles, y Sancho desde el otro coche agitando el brazo, resulta que el camino estaba cortado, típico de Sancho no avisar.

La película está bastante bien, si sabes a lo que vas, no es El Señor de los Anillos, es mucho menos épica y más fantástica, como el libro, la banda sonora con la canción de los enanos está muy bien y las imágenes de paisajes y demás una pasada, es verdad que han alargado la historia y metido un par de cosillas para poder hacer tres películas de un único libro, pero como su propio nombre indica es una adaptación. Los actores lo hacen bien y no te lías mucho con los 13 enanos, no como con el libro.

Después de salir del cine estábamos decidiendo a donde ir porque esta gente se había hinchado a comer y Po y yo teníamos hambré, y cuando habíamos decidido finalmente ir a casa de McGatos a molestar Marklin dijo: "Mira, un tren".

En casa de McGatos se pusieron a fumar tabaco de RedBull y se les subió a la cabeza y se pusieron a jugar con un láser verde, yo, con mi curiosidad típica les pedí que apuntaran dentro de una lata vacía, no pasó nada. Y Ross tuvo una idea aún peor, como apreció Po más adelante, apuntar a la lámpara.