domingo, 28 de octubre de 2012

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Un accidente viajado

O un viaje accidentado. Desde las lejanas tierras dónde estoy me surgió la oportunidad de hacer un viaje pedagógico a Londres, así que compré el vuelo más barato que pillé, reservé en el albergue menos costoso que encontré y me dispuse a irme. Salíamos de aquí a las 13 horas en coche con destino al aeropuerto de Dinard que se encuentra a dos horas en coche, para coger el vuelo a las 17:15. El viajecillo en coche bien, hasta ahí "pas de problème" pero cuando llegamos al aeropuerto sobre las 15:30 la niebla empieza a aparecer, esperamos, pasamos los controles de seguridad, la aduana, nos chequean los billetes, etc. Y cuando estamos en la sala de espera un ruido de avión sobrevuela nuestras cabezas sin poder ver nada, por que en esos momentos la visibilidad por culpa de la niebla era de unos 20 metros, así que el avión que debía recogernos no pudo aterrizar en su primer intento. Ya salíamos tarde.

Unos cuarenta y cinco minutos después vuelve a repetirse la misma estampa sobre el aeródromo, ruido, niebla, nada. Nos anuncian que el avión, después de dos tentativas de aterrizaje y unos pasajeros estresados decide ir a otro aeropuerto a aterrizar. Nos tienen a la espera, más adelante nos dicen que el avión ha ido al aeropuerto de Nantes (vuelta al punto de donde salimos) y que fletarán dos autobuses para llevarnos allí a coger el vuelo o que podíamos pagar el avión del día siguiente. Decidimos el autobús, eran las 19 horas. El autobús tardaría dos horas en venir a buscarnos.

Teniendo dos horas libres en un aeródromo sin dutyfree ni nada con que entretenernos subimos al bar/pub que había en la planta de arriba y nos empezamos a pedir pintas de cerveza para matar el tiempo. Vaya manera de beber de los profesores... Teníamos que acelerar el ritmo y todo. A las 21:30 finalmente llegan los buses que cogemos. Los del aeropuerto nos vacilan según van pasando lista, en fin. Otras dos horas para volver a Nantes, en un autobús de asientos pequeños.

Cuando llegamos al aeropuerto de Nantes no quedaba más vuelo que el nuestro, llegamos a las 11:45 y según las pantallas del aeropuerto el avión salía a la 1:30. Y así fue, vuelta a imprimir los billetes, facturación, comprobación del peso de las maletas, controles de seguridad, etc. El avión despegó a la hora de Nantes, por lo menos saldríamos de Francia esa noche.

Llegamos a Londres-Stansted 10 minutos después ( el cambio horario y la típica bromita ) y el próximo autobús con destino al centro de la ciudad salía una hora y cuarto después, así que nos cenamos a las 2 hora inglesa unas hamburguesas del Burger. El autobús tardó otra hora y pico en dejarnos en to'l medio de la city, a las 4 y mucho así que tuvimos que buscarnos la vida entre autobuses y caminatas nocturnas cargando con la maleta para llegar al albergue, check-in, etc. y a las 5 hora inglesa estaba metiéndome en las "camas" esas que yo llamaría cajones.

En total 17 horas de viaje para recorrer 490 kilómetros. Por lo demás un viaje muy entretenido, a partir de ahí nada podía ir a peor.

Un abrazo.

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