miércoles, 2 de mayo de 2012

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No es país para gordos

Me convencieron para ir a cenar por ahí, aunque me engañaron con lo de las hamburguesas. Los problemas empezaron cuando estábamos decidiendo si íbamos en coche a las afueras o en autobús al centro, porque el coche de Okapi es de cuatro plazas y éramos 5. McGatos dijo: "Vamos en coche, que yo me tumbo" y Okapi le respondió: "Vas a manchar". Cuando al final decidimos ir a las afueras según McGatos se subió al coche le dijo Okapi: "Ya has manchado".
Fuimos a comer, y cuando íbamos a pedir ya, después de ser la decimoséptima vez que íbamos a ese sitio, McGatos preguntó que qué había de comer allí. Durante la comida, el móvil de Dora la acaparadora despareció misteriosamente delante de sus narices, y un antiguo profesor de esta gente les reconoció y decidió dar un rodeo y no pasar por enfrente de su mesa. Cuando ya habíamos esperado más de una hora a que McGatos se acabase sus patatas nos fuimos, aunque Okapi había llenado el plato de agua y mayonesa ...
Como viene siendo común acabamos en casa de McGatos de tertulianos. Y surgió otra palabra que ahora no recuerdo a qué vino: Sexapilidad. Moe confesó en ese momento que él quería operarse para quitarse el ombligo, que era algo que sobraba en su vientre plano.
Sancho le dijo que fumase de la McCachimba boca-arriba que se veían chiribitas.
Moe: "¡Se ven sirenitas!". Empezamos a llevar una racha de risas tontas estas dos últimas semanas ...

Okapi le propuso más tarde a McGatos que si se apuntaba a ir a punta-cana "¡NO!" (Respuesta de Dora la acaparadora).
Luego nos dimos cuenta de que no hay ningún gordo en nuestro grupo de amigos.

1 comentario:

  1. jajaja los diseños eufóricos van mejorando poco a poco! con esos ojitos no se me puede decir que eh Dora? xD

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