Todo empezó sobre las 5 de la tarde o... no mejor dicho, Sandalio empezó la fiesta sobre las 5 de la tarde para ir cogiendo ritmo. Cuando me topé con él, estaba en pleno apogeo, totalmente eufórico pese a la reciente rotura de su reloj (no paro de recordárnoslo toda la noche...) no paraba de bailar, sonreír, saludar a gente, buscar a su amiga María e incluso se permitió bacilar a Moe un poco entre baile y baile. Luego nos pusimos a decidir donde cenar, Sandalio estaba totalmente en contra de ir al restaurante al que somos asiduos ya que se vería obligado a decirle a nuestra amiga la cocinera "eeeeeh tuuuu bizca!!!!!!!!" y no era plan... Así que nos fuimos con unos compañeros de Sandalio a disfrutar de la noche en una terraza del centro. En la terraza del edificio había... no sabemos muy bien lo que había, pero creemos que era un intercambio de alcohólicos anónimos pero nunca lo sabremos ya que el tío con el que hablamos no sabía nada... ni hacía nada... simplemente estaba ahí y ya. Cuando nos trajeron la hamburguesa Moe intento echarse mostaza con la tapa puesta, y ¡lo consiguió! cuando Borja intento lo mismo con el kétchup también lo consiguió pero con diferente resultado, hizo desaparecer la hamburguesa en mar de kétchup, la típica broma del salero… el camarero seguro que estaba descojonándose dentro… En otro arranque de euforia Sandalio empezó a bailar y le dijimos que lo hiciera sobre un banco de ladrillo que tenía al lado pero contestó "no que lo rompo" creyendo que le decíamos en una triste mesa de la terraza. Tras el bailecito se recostó en el banco para descansar y empezaron a llover macetas literalmente...tras el susto dijo "¡¡¡yo no la he roto!!!" y comenzó uno de sus ataques de risa, ya por todos conocidos. Más tarde le llamaron sus padres y Moe, Sancho y Okapi nos acercamos a saludar a la familia, casualmente justo cuando el camarero venía con la segunda ronda, por lo que se asusto pensando que le hacíamos un "sinpa" en toda su cara, su cara era un poema. Tras cenar y para facilitar la digestión Sandalio empezó a pensar en topos con gafas y casi muere, antes de irnos a un inocente niño de 4 o 5 años le pareció gracioso darle un pelotazo en la cara a Okapi a ver qué pasaba, si es que son un encanto...
Cuando buscábamos un sitio para tomar algo un argentino nos abordó con grandes ofertas para que fuéramos a su bar a tomar algo, cosa que si sigue siendo así habrá que volver a hacer. Nos fuimos para allá y entre dardos y copas Sandalio decidió bajar un poco el ritmo… Okapi apostaba que había pinchado definitivamente, cosa que le dijo a Sancho que pasaría horas atrás, pero tras tomar el aire un poco se reenganchó con bastante energía. Después llegó un tío que quería colarnos 3 rosas a 6 euros.... nos las dejo a 2, con que felicidad se fueron las chicas, y se lo agradecían a Okapi, como si Sancho no hubiese tenido nada que ver… injusticias de la vida. Poco después tomamos una cerveza en un bar. Sancho y Sandalio decidieron irse a cada a eso de las 3:30, y mientras llegábamos al coche le preguntamos a Moe el nombre de su exnovia y respondió "¿cuál de todas?"
Tras dejarles en casa, Moe y Okapi buscamos a la gente con la que estábamos y nos encontramos con todo el mundo menos con ellos, incluso unos viejos conocidos de la 2.0. No sé cómo pero terminamos con una chicas muy simpáticas que querían enseñarnos su casa, además por alguna extraña razón creían que éramos extranjeros (será porque hablábamos en ingles y las pobres no entendían ni papa... genial) hasta que llegó su amiga la gorda, que resultó ser profesora de inglés y nos dijo “a mí no me la cuelas”, y casi nos morimos de la risa y las pobres no sabían dónde meterse. Derrotados pusimos fin a la noche.
Fdo: Okapi y Sancho
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